lunes, 28 de diciembre de 2009
Palabra de DIOS a Venezuela
Mi nombre es Isabel Britez de Mendoza. Tengo 52 años y soy madre de 4 hijos, 2 varones y 2 mujeres. La mayor de 28 años parapléjica por secuelas de meningitis. El menor recién cumplidos los 18 años. los otros dos están casados y soy abuela de dos varones y dos mujercitas.
Estoy aquí en prisión por narcotráfico de cocaína. Llegué a España (Madrid-Barajas) el 9 de abril de 2008 con 7.140 gr de cocaína y 85% de pureza. La petición de condena por esto ha sido 13 años y 6 meses.
Antes de llegar aquí yo tenía conocimiento de la Palabra del Señor, lo había aceptado como mi Salvador, le había reconocido como el Unigénito Hijo de Dios, sabía que El había dado su vida por mí y fui bautizada en el año 2002, pero me aparté de sus caminos a pesar de haber sido bendecida enormemente. Me envanecí y me enorgullecí y se endureció mi corazón y le di la espalda a quien sólo me había dado amor.
Cuando llegué a Soto del Real, reconocí que había llegado a tocar fondo y sentí morirme física y espiritualmente. Estaba completamente perdida. Yo venía de un hogar roto hacía 7 meses atrás. Mis hijos me dieron la espalda y estaba completamente sola con mi niña inválida, sin trabajo, sin ganas de vivir, cansada....mi vida no tenía sentido, era el fin.
No me atrevía ni siquiera a pedir ayuda al único que me estaba esperando con los brazos abiertos, me sentía tan sucia, tan indigna, tan insignificante que no me sentía capaz de acudir al Señor Jesucristo.
Pasados unos días y el Señor Jesús por medio de su Espíritu Santo me fue trayendo a la memoria sus promesas: 1ªJuan 1:7 si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad", y de esa manera el fin de semana que fue la hermana Carmen Caballero, me ayudó a reconciliarme con el Señor Jesús y me quebranté tanto que pude volver a sentir su amor y su misericordia y una gran paz y alivio para mi alma. Luego, nuevamente vino otra promesa fuerte a mi mente y a mi corazón: Jeremías 33:3 "Clama a mi y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que aún tu no conoces".
El 30 de mayo me trajeron aquí a Meco y ése mismo día pude hablar con mi familia.
En mi afán por conseguir un trabajo dentro de la prisión y lo difícil que resultaba, Dios una tarde y a la hora de la siesta, me dio una palabra: Mateo 6:33 "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su Justicia, y todas éstas cosas os serán añadidas".
Tengo muchos testimonios para compartir a lo largo del tiempo que llevo en prisión y que muchas compañeras aquí son testigos de cómo el Señor Jesucristo ha hecho misericordia de mí y se ha glorificado en mi vida grandemente.
Le doy gracias por mi primera amiga aquí, Alix Teresa Mendoza y todo lo que me ayudó, también por Fanny Ramirez y la obra de sanidad que he visto en ella, por el grupo de oración que se fue añadiendo junto a nosotras: Teresa, Ruth, Tania, Alba, Iris y dos negritas más que se fueron en libertad.
Otro milagro por el que doy gracias a Dios es por la defensa que ha hecho mi abogada Doña Isabel Matilla García y que sería un capítulo entero para relatar los hechos ya que ha conseguido que mi condena sea conmutada por la expulsión del país y que sólo estoy esperando ése momento.
Bendigo éste lugar porque es aquí donde he tenido el encuentro personal con el Señor Jesucristo. Aquí verdaderamente lo encontré. ¡¡GLORIA A DIOS!!!.
Les pido que oren siempre por mí y mi familia.
Bendigo a todas las hermanas y hermanos misioneros que nos bendicen con la Palabra de Dios, que me han ayudado en cada obstáculo que he tenidos que enfrentar en éste lugar. Por sus consejos sabios, por su amor hacia nosotras en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, amén.
Con cariño, ISABEL BRITEZ DE MENDOZA
(Alcalá de Henares) Madrid-1, diciembre de 2009
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