- El enfermo es un ser integral, sírvele así, no le reduzcas a un número, a una historia clínica, y no te limites a una relación puramente funcional
- Conserva limpio tu corazón y tu actividad, no permitas que la ambición y la sed de poder y protagonismo lo manchen.
- Evita toda la negligencia que pueda poner en peligro la vida del enfermo o prolongar su enfermedad.
- No frustres su esperanza con nuestro afán e impaciencia, o con nuestra falta de delicadeza.
- Cuida al enfermo como tu quisieras ser atendido, o como lo haría con la persona mas querida que tengas en el mundo.
- Sed la voz de los enfermos, hazte defensor de sus derechos para que sean reconocidos y respetados.
- Sírveles con amor respetuoso y solicito, con todo tu corazón, con todas tus fuerzas y con todo tu tiempo.
- Honra la dignidad del enfermo por encima de su fragilidad y limitaciones.
- Alégrate por su propia mejoría, no olvidemos que ha venido al hospital para salir recuperado lo ante posible.
- Comparte su alegría, angustias y sufrimientos.
- Aunque no podamos quitarles su dolor, acompañarle, tu gesto humano le hará sentir alguien y no algo.
- Y………cuando hayas hecho todo lo que tienes que hacer, cuando hayas sido todo lo que debemos ser, no olvides darle las GRACIAS al enfermo.
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